Moquegua se despide con profundo pesar de Doña Susana Juárez, fundadora de la reconocida bodega “El Mocho”
REVISTA LOMBRIZ. Moquegua está de luto tras el fallecimiento de Doña Susana Juárez, cofundadora de la distinguida Bodega El Mocho. Doña Susana falleció el domingo, y su velorio se realizó en su casa en Estuquiña, reuniendo a familiares y amigos para recordar su vida. Sus restos serán cremados en Tacna, y las cenizas regresarán a descansar junto a las de su esposo, Tomás Salas, quien falleció en 2018.
Doña Susana Juárez, junto con su esposo Don Tomás Salas Alarcón, establecieron Bodega El Mocho en Moquegua en 1990. La bodega comenzó modestamente con solo 60 plantas de uvas Quebranta e Italia. Contaba a menudo que El Mocho era el resultado de toda una vida de esfuerzo de ella, su esposo y su familia, quienes comenzaron de la nada.
El nombre El Mocho tiene un significado especial, arraigado en la historia de la familia. Era el apodo del bisabuelo de Don Tomás, Don Antonio Salas, quien era conocido por traer las primeras vacas sin cuernos de Arequipa a Moquegua. De esta manera, El Mocho se convirtió en un homenaje a esta figura familiar y a la historia que los antecedió, precisa una descripción de Espirituosos del Perú.
En numerosas entrevistas, doña Susana Juárez destacó que El Mocho fue la culminación de una vida de dedicación al lado de su esposo y su familia, que comenzó desde la nada.
Continua con tradición
Tomás Salas Alarcón, impulsado por el estímulo de su padre para cultivar uvas, incursionó en la vitivinicultura en Moquegua hace más de 35 años. Con el tiempo, comenzó a procesar su cosecha, pasando a la producción de vino y eventualmente a la destilación de pisco, construyendo un negocio que ha prosperado durante años.
Tras la muerte de su esposo, doña Susana, su hijo José Antonio Salas y su hija asumieron el reto de continuar con el negocio familiar. José Antonio Salas, actual gerente general de la bodega, destacó que su padre era un emprendedor nato que siempre se fijaba metas y las conseguía. A pesar de los retos que supone la producción de vino, la familia ha mantenido la calidad de sus productos y su dedicación a cada visitante, reforzando su compromiso con la tradición.
Hoy en día, Bodega El Mocho sigue siendo una destacada productora de pisco en Moquegua, contribuyendo al resurgimiento de la vitivinicultura en la región. La familia Salas se dedica a ofrecer productos de excelencia, honrando el legado de Tomás Salas Alarcón y promoviendo la identidad moqueguana a través de sus piscos, vinos y maceraciones.
La empresa vende sus productos en Moquegua, Ilo y Tacna, y atiende pedidos ocasionales de otras regiones, incluidas Lima y Arequipa. Sus productos han ganado reconocimiento en concursos nacionales. La empresa también opera un local minorista en el centro de Moquegua.
Diversas autoridades e instituciones expresaron sus condolencias por la pérdida de Doña Susana Juárez, recordándola por su sencillez, bondad y creencia en que el clima especial de Moquegua y las uvas de alta calidad producen el mejor pisco del país.



