Jacqueline Camargo – Revista Lombriz. El cultivo del arroz en Arequipa se posiciona como un motor clave para la generación de empleos y el fortalecimiento económico local, impactando a aproximadamente 3.600 trabajadores agrícolas.
Según datos del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri), Arequipa ocupa el quinto lugar a nivel nacional en producción de arroz, consolidando su papel dentro del panorama agrícola del Perú.
Las provincias de Camaná, Castilla e Islay destacan por su contribución significativa al volumen nacional, representando respectivamente el 41%, 36% y 23% del total regional.
Este liderazgo productivo se traduce en un aporte del 21% del Producto Bruto Interno (PBI) agrícola de Arequipa en el primer semestre del año, reflejando la importancia del arroz en la economía regional.
EMPLEO AGRÍCOLA
Patricio Lewis, investigador de la Red de Estudios para el Desarrollo (REDES), señaló que la producción de arrocera concentra una gran proporción del empleo agrícola y dinamiza el comercio local.
No obstante, el sector enfrenta retos en infraestructura hídrica, acceso a tecnología y eficiencia en el manejo del agua, aspectos que limitan su crecimiento en comparación con otras regiones.
Para sostener y ampliar este desarrollo, es fundamental invertir en sistemas de riego tecnificado, asistencia técnica especializada y gestión eficiente del recurso hídrico, garantizando así la sostenibilidad ambiental y el bienestar de las familias productoras.
Más allá del impacto económico, el arroz tiene un significado cultural en Perú, siendo el producto más consumido a nivel nacional, desde la costa hasta la sierra y la selva, según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).
Esto convierte al arroz en un alimento fundamental en la dieta diaria de los peruanos y en uno de los más demandados en Latinoamérica.
EMPLEO REGIONAL
La región cuenta con más de 3.600 agricultores dedicados al cultivo de arroz en Arequipa, quienes con su esfuerzo diario sostienen la cadena productiva y aportan directamente a la generación de empleo regional, según Midagri.
“Nuestros agricultores son la base de la seguridad alimentaria del país”, enfatizan expertos, quienes sugieren ampliar el acceso al agua, reducir costos agrícolas, incrementar inversión en maquinaria, fertilizantes y semillas certificadas, y fortalecer la asistencia técnica durante todo el ciclo productivo.
Estas acciones no solo permitirán mantener la competitividad del sector arrocero arequipeño, sino también mejorar los ingresos de las familias dedicadas a esta mano de obra, asegurando que el arroz siga siendo un pilar de la alimentación nacional y una fuente sostenible de empleo en la región.
Revista Lombriz. Camaná se convirtió en un vibrante escenario donde la tradición agrícola se fusionó con la innovación en un evento significativo para los agricultores locales. Organizado por el Gobierno Regional de Arequipa, a través de la Gerencia Regional de Agricultura y en el marco del Proyecto 8 Provincias y el Proyecto Arroz, este Día de Campo titulado “Implementación de una agricultura natural sostenible hacia una producción sana y responsable” tuvo lugar en las parcelas de los agricultores Yanet García y Simón Cutipa.
La jornada, que contó con la presencia del Ing. Helard Nina Pachauri, Gerente Regional de Agricultura, abordó temas cruciales para el desarrollo agrícola.
Los asistentes aprendieron sobre el uso del guano de isla en el cultivo de ajo y arroz, la recuperación de suelos mediante productos naturales y la implementación de bioinsumos, como el biol y las microalgas.
Estas técnicas sostenibles no solo buscan aumentar la productividad, sino también cuidar la tierra y garantizar alimentos más saludables para la comunidad.
Los agricultores locales, representantes de organizaciones agrarias y el equipo técnico de la Oficina Agraria de Camaná, presidido por la Ing. Verónica Torres, se unieron en este esfuerzo por fortalecer un compromiso colectivo hacia una agricultura más limpia, justa y resiliente.
Este tipo de eventos es esencial para fomentar el intercambio de conocimientos y experiencias entre los productores, contribuyendo así al desarrollo sostenible de la región.
Jorge Rodríguez – Revista Lombriz. El Ministerio de la Producción (PRODUCE) implementó medidas clave para el manejo responsable de recursos marinos, con base en las recomendaciones científicas del Instituto del Mar del Perú (IMARPE).
Estas acciones buscan equilibrar la productividad pesquera y acuícola con la conservación de los ecosistemas, asegurando la sostenibilidad en el territorio nacional.
En Arequipa, la Resolución Ministerial N.° 000314-2025-PRODUCE fija un límite máximo de captura de 395 toneladas de erizo (Loxechinus albus) para la zona costera comprendida entre La Miel y Mollendo, en las provincias de Camaná e Islay.
Solo podrán extraer este recurso pescadores artesanales con permisos vigentes y embarcaciones equipadas con compresora, respetando la talla mínima permitida y registrando cada viaje de pesca.
Además, queda prohibido el desconchado a bordo y el transporte de pulpa. IMARPE y la Dirección General de Supervisión, Fiscalización y Sanción (DGSFS-PA) seguirán la pesquería hasta fin de año para garantizar el cumplimiento de las medidas.
Estas regulaciones buscan proteger uno de los recursos marinos más importantes para la economía local y la biodiversidad de la costa arequipeña.
El viceministro de Pesca y Acuicultura, Jesús Barrientos, resaltó que estas disposiciones reflejan un trabajo técnico riguroso que prioriza la sostenibilidad y la seguridad alimentaria.
Esta iniciativa se suma a la autorización para la extracción controlada de concha de abanico en Isla Lobos de Tierra, reforzando la política nacional de manejo pesquero responsable. En conjunto, estas medidas benefician directamente a los pescadores artesanales, la acuicultura y la economía regional, asegurando un futuro sostenible para las comunidades costeras de Arequipa.
Revista Lombriz. Personal de la Gerencia Regional de Agricultura, el Proyecto 8 Provincias y el Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA), desarrollaron una pasantía especializada para fortalecer las capacidades técnicas de los productores de Camaná.
Esta iniciativa reafirma el compromiso del Gobierno con el desarrollo del sector agrario regional y busca promover prácticas agrícolas innovadoras y sostenibles.
Durante la jornada, se abordaron temas clave que son esenciales para mejorar la productividad y sostenibilidad en la agricultura.
Entre los temas destacados se incluyeron la importancia del guano de isla, análisis de suelos, elaboración de abonos orgánicos y vermicompost, manejo de semillas certificadas, producción de biochar con rastrojos de arroz, y sistemas de hidroponía.
Los miembros de la Asociación de Chule participaron activamente en la pasantía, mostrando un gran interés en la incorporación de semillas certificadas de frijol y en el perfeccionamiento de las técnicas de producción de biochar.
Estas actividades no solo benefician a los agricultores, sino que también contribuyen a una agricultura más innovadora y sostenible en la región.
El compromiso del Gobierno Regional de Arequipa con la capacitación y el apoyo a los productores es fundamental para mejorar la calidad de vida de las comunidades agrícolas.
A través de estas iniciativas, se busca empoderar a los agricultores, dotándolos de conocimientos y herramientas que les permitan adaptarse a las demandas del mercado y a los desafíos del cambio climático.
Johé Gálvez – Revista Lombriz. Sergio Dávila Vizcarra, nacido el 2 de julio de 1960 en Lima, es un destacado empresario agrícola y político vinculado a Camaná, Arequipa. Junto a su familia, logró consolidar un conjunto de empresas entre las que se destacan Molino Arrocero San Jacinto, Semillas del Sur, Ladrillos Imperio, Hotel San Diego y Barucci Pastelería. Estas empresas reflejan años de esfuerzo, perseverancia y, sobre todo, trabajo en equipo, y se distinguen por su compromiso con la sostenibilidad ambiental, la responsabilidad social y el desarrollo no solo de Camaná, sino también de la región Arequipa.
Dávila ha sido un impulsor clave del desarrollo y la modernización agrícola en la región, brindando apoyo permanente a los pequeños productores locales. Está casado con Mirta y es padre de cuatro hijos. Su carrera política comenzó como regidor y luego como alcalde provincial de Camaná durante el período 2007-2010. En esa etapa, con visión y proyección, lideró proyectos emblemáticos para la ciudad, como la construcción del parque acuático, una obra que marcó un hito en Camaná.
Posteriormente, Dávila fue congresista por Arequipa hasta 2021, tiempo en el que promovió activamente el bienestar social y el desarrollo agropecuario de la región. Es propietario de la empresa Semillas del Sur, dedicada al cultivo de diversas variedades de arroz mediante tecnología avanzada que optimiza la producción mecanizada.
Reconocido regionalmente, Sergio Dávila ha dejado una huella significativa tanto en el sector productivo como en la gestión pública del sur del Perú, evidenciando el vínculo esencial entre la agricultura local y la administración pública comprometida con el progreso.
¿Cuál es el secreto para haber logrado ser un empresario exitoso?
Ser disciplinado en el camino para alcanzar objetivos concretos en el desarrollo humano y social, partiendo de la premisa de conocer la realidad nacional. Tener el don de servicio, que aprendí de mi madre, ha sido clave. Ver a las personas satisfechas con el pequeño apoyo que puedo brindarme ha sido una fuente de alegría y experiencia para comprender mejor a la sociedad. Mi formación desde el hogar, el Colegio Militar Francisco Bolognesi y la universidad me dieron herramientas para construir propuestas de desarrollo basadas en las necesidades del usuario, no en las mías.
¿Cuáles son los factores clave para el éxito en la producción del arroz?
Conocer las necesidades de la población y ofrecer soluciones a sus demandas alimentarias. Para ello, es necesario un amplio recorrido por los diferentes escenarios y costumbres en el consumo de arroz en Perú y, luego, en el mundo. A partir de eso, iniciamos una etapa de ensayo y error para definir las variedades y los mejores ecosistemas para su producción. Este trabajo involucra varias disciplinas; como administrador, debo formar y dirigir el equipo para brindar el mejor producto al menor costo, siempre pensando en las familias más necesitadas y la adecuada nutrición del país.
¿Cómo se puede mejorar la calidad del arroz?
Con conocimiento derivado de la investigación, aplicación de tecnologías en diversos ecosistemas y seguimiento del producto hasta el usuario final. La calidad la define cada región consumidora, por lo que nos esforzamos en adoptar nuevos conceptos en la gestión de los campos, el proceso postcosecha y la comercialización según los pedidos de los clientes. Aunque tenemos clientes satisfechos y propuestas para nuevos mercados, seguimos buscando mejorar la calidad del grano y su comportamiento en la cocción.
¿Qué tecnologías y herramientas son más efectivas para la producción de arroz?
La genética, la nutrición vegetal, el control oportuno de plagas y los sistemas automatizados actúan en sinergia con la protección ambiental, cuidando el agua, suelo y aire, pilares para obtener los mejores rendimientos en las variedades demandadas. El grano de arroz es en gran parte almidón, que se forma mediante la fotosíntesis, por eso protegemos esos tres recursos para que las hojas puedan producir fotosintatos eficientemente.
¿Cómo se puede establecer una marca y una reputación en el mercado?
Entregando siempre lo que el cliente necesita y cumpliendo oportunamente con sus demandas. Si el cliente confía en la calidad del producto, no podemos cambiar sus características, salvo que él lo solicite. Una marca sólida se establece cuando el producto está estandarizado desde la preparación del terreno, las entregas son puntuales y se mantiene un sistema de trazabilidad que identifica cualquier falla antes de que el lote llegue al cliente final.
¿Cómo se puede gestionar el riesgo y la incertidumbre en la producción de arroz?
Con conocimiento de mercados, climatología, suelos y asistencia técnica de alta calidad. Reducimos riesgos aplicando metodologías de campo adecuadas y seleccionando proveedores que disminuyan costos, maximizando calidad y rendimiento. Además, conocer las intenciones de siembra en cada valle nos ayuda a definir variedades y áreas de cultivo. La política agraria y la franja de precios en procesos de importación también condicionan la inversión, ayudando a mitigar riesgos.
¿Cuál es el papel de la tecnología en la producción de arroz?
Hoy en día, sin tecnología no es posible ser rentables en la producción de arroz. Ante el cambio climático y su impacto en los recursos naturales, debemos implementar metodologías que conserven y rehabiliten estos recursos. Tecnologías como la nivelación satelital del terreno, el uso de sustancias orgánicas en nutrición vegetal y los sistemas de control integrado de plagas antes de usar químicos, cumplen con las demandas tecnológicas que el cultivo y la economía agraria exigen para mantener un mercado sólido.
¿Cómo se puede mejorar la sostenibilidad y la responsabilidad ambiental en la producción de arroz?
Nuestra visión es mantener sistemas productivos amigables con el medio ambiente, lo que nos impulsa a desarrollar procesos de investigación para usar maquinaria que reduzca la erosión del suelo, así como sistemas de nutrición vegetal basados en microorganismos. También aplicamos control biológico para disminuir el uso de agroquímicos. La sostenibilidad implica integrar a los productores en sistemas que reduzcan sustancias químicas y protejan la biología natural de los ecosistemas húmedos que albergan los arrozales.
¿Qué oportunidades hay para la innovación en la producción de arroz?
Existen numerosas oportunidades. El mundo avanza tecnológicamente y no podemos resistirnos a ello. Es fundamental que, dentro de las políticas del gobierno, las entidades competentes en alianza con el sector privado puedan importar tecnologías, validarlas en Perú y transferirlas a los valles con asistencia técnica y créditos justos para los agricultores. Instituciones como el Instituto Internacional de Investigación del Arroz (IRRI) en Filipinas, trabajan para mejorar la vida de productores y consumidores, especialmente los más pobres, mediante investigación científica y desarrollo de nuevas técnicas que pueden ser adoptadas en el país.
